domingo, 26 de septiembre de 2010

95.-TRAINING DAY

DIRIGIDA POR: Antoine Fuqua
INTÉRPRETES: Denzel Washington, Ethan Hawke, Scott Glenn, Tom Berenger, Eva Mendes
AÑO: 2001/DURACIÓN: 122’/GÉNERO: Policíaco, thriller

                            

    “-¡Ohh! ¡Vamos! ¿Mi amigo? ¿Dime por qué? Porque me llamaba por mi nombre de pila? Esto es una competición y la he ganado por goleada, es mi trabajo, y también el tuyo. Roger vendía droga a los niños, el mundo estará infinitamente mejor sin él. ¡Ese hombre era uno de los delincuentes más buscados de Los Ángeles!”

    Intensa mirada a la jungla urbana en la que combaten a diario policías y delincuentes en la que brilla un Denzel Washington que borda su personaje, tanto que le valió el Oscar al mejor actor. Este es “el show de Washington”, su “Scarface” por decirlo de alguna manera.

    Todos los días, en las calles de las zonas urbanas deprimidas de los Estados Unidos se libra una guerra; una guerra entre residentes, traficantes de droga y los que han jurado proteger a unos de los otros. Esta guerra tiene sus víctimas y sus verdugos, y una de sus figuras más importantes es el sargento Alonzo Harris (Denzel Washington), un agente de narcóticos con 13 años de experiencia cuyos discutibles métodos hacen difusa la línea entre la legalidad y la corrupción. Jake Hoytt (Ethan Hawke), un joven policía recién asignado a narcóticos, comienza sus rondas a la orden de Alonzo, para aprender de él…

    Este drama policial, está sobre todo muy bien ambientado, con escenas de acción muy logradas, podemos ver la otra cara de la moneda de las grandes ciudades, como es en este caso, los suburbios de Los Ángeles. ¡Caray! Ahí no se andan con chiquitas, ya que esas personas de los barrios marginales, tienen sus propias normas, sus propias leyes, una especie de “código de honor” para que apoyándose entre unos y otros, puedan salir a flote como puedan. Siempre y cuando no se entrometa gente como el Sargento Harris, que se aprovecha de su cargo (“-Somos policías, podemos hacer lo que nos de la gana”), y es lo más corrupto que puedan imaginar. Es una película dura, en la que el espectador no quisiera estar en el pellejo de nadie, ni de los sospechosos a los que interroga Alonzo, ni del novato Jake que entre otras faenas, su compañero le deja tirado en una casa desconocida con tres chicanos que se mueren de ganas por matarlo, ni del propio Alonzo, que como es de esperar, no acaba nada bien.

    El antiguo director de vídeos musicales y anuncios publicitarios Antoine Fuqua, firma un thriller de nervio, tenso y violento, de magnífica factura y ritmo vibrante. Toda la película transcurre en un día, pero ¡caramba!, menudo día…jamás lo olvidará el principiante Hoytt, que con esa cara de niño y el letrero de novato que lleva en la frente, es carne de cañón para los delincuentes y maleantes que no son pocos los que hay en la periferia de Los Ángeles. No se si será tan exagerado en la realidad, pero desde luego uno se lo piensa dos veces a la hora de meterse allí, en “la boca del lobo”. Resulta chocante, que a estas alturas, en el siglo XXI aún haya barrios en los que un blanco no pueda entrar, sino, es hombre muerto. Pero Alonzo es un curtido agente, que conoce muy bien el mundo de las bandas callejeras y los barrios conflictivos. Y él es el jefe, el que manda en uno de esos barrios, porque gracias a su cargo, tiene a todos a su merced, como si fueran marionetas y él, el titiritero. Washington parece disfrutar de una interpretación insuperable que hace ensombrecer al resto. Normal que le dieran el Oscar al mejor actor, ya era hora. Junto con Samuel L. Jackson y Sidney Poitier y alguno más que seguro que me dejo, lo considero el mejor actor de color del momento. Si ya estuvo fantástico en “Philadelfia” (1993) de Jonathan Demme o en “American gangster” (2007) de Riddley Scott, aquí, metiéndose en la piel del Sargento Alonzo, lo borda.






No hay comentarios:

Publicar un comentario