viernes, 24 de septiembre de 2010

29.-ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO (ALIEN)

DIRIGIDA POR: Riddle Scott
INTÉRPRESTES: Sigourney Weaver, John Hurt, Yaphet Kotto, Veronica Cartwright, Tom Skerrit, Ian Holm, Harry Dean Stanton, Bolaji Belejo
AÑO: 1979/ DURACIÓN: 117’/GÉNERO: Ciencia-ficción, terror

                           

     “En el espacio nadie puede oír tus gritos”. Ésta fue la película que catapultó a la fama a Riddle Scott, que venía de dirigir “Los duelistas” (1977) y por supuesto a Sigourney Weaver, que venía de actuar cinco escasos minutos en “Annie Hall” de Woody Allen.

    Los últimos años setenta, se caracterizaron por la abundante presencia de películas de ciencia-ficción, una moda iniciada por “La guerra de las galaxias” (1977), de George Lucas.

    La historia se desarrolla en algún momento de un futuro cercano, en la nave espacial Nostromo, que ha de regresar a la Tierra. En la tripulación de siete miembros, que son los únicos actores que aparecen en la película, se encuentra el capitán Dallas (Tom Skerrit), su lugarteniente Ripley (fantástica Sigourney Weaver) y la piloto Lambert (Veronica Cartwright), llevan a cabo de forma habitual su trabajo cotidiano. Nadie se para a pensar ni un momento en los peligros que puede ocultar el espacio. Hasta que de repente la rutina se ve interrumpida por una señal de auxilio procedente de un planeta supuestamente deshabitado. Así que Dallas, Kane (John Hurt) y Lambert, son los que hacen la expedición y encuentran allí una nave espacial vacía y en la que hay una sala llena de extraños huevos. Y de uno de ellos salta un ser siniestro a la cara de Kane, donde se queda fijamente pegado. De nuevo en la nave espacial, la tripulación comprueba que no hay manera de separar el extraño ser del rostro de la víctima, y si se hace, corre el riesgo de que muera. Dallas se arriesga y asume esa responsabilidad. Pero antes de que pase, se desprende de sí mismo. El peligro parece haber pasado, pero algo más tarde, durante la funesta comida en la que, al principio, todavía pensamos que el hambre de Kane es síntoma de su curación, un ser asqueroso le revienta el pecho y desaparece, a la velocidad de un rayo, en los canales de ventilación del Nostromo. Al parecer el “bichito” cambia de aspecto a medida que se desarrolla, y los miembros supervivientes de la tripulación intuyen que deben matarlo antes de que los atrape. Un tripulante tras otro se convierten en víctimas del extraño ser. Cuando finalmente también muere el capitán Dallas, Ripley toma el mando. Entonces se entera, gracias al ordenador de la nave, Mother, del verdadero sentido de su misión: su empresa, en La Tierra, ha engañado a la tripulación para atrapar así a uno de los “alien”.

    Sigourney Weaver, que interpreta el papel protagonista en las tres secuelas de la película (1986, 1992, y 1997) resulta, al principio del film, un personaje antipático. Pero a medida que pasa el tiempo, poco a poco el espectador va simpatizando con ella, ya que si al final se convierte en la única superviviente, es más que nada, por su inteligencia.

    En los años siguientes, este largometraje ha tenido incontables imitadores. Y es que en mi opinión, el secreto del éxito del Sr. Scott, reside en que predomina el terror sutil por encima de las escenas de acción trepidante. Porque el horror no tiene forma, por eso triunfa, porque el alien (Bolaji Belejo se encarga de meterse dentro del monstruo), no se deja ver demasiado y cuando le podemos ver, ya ha cambiado de forma. Así que ya estamos viendo un ser monstruoso que nunca habíamos visto. Y eso es lo que realmente nos da miedo, lo que vemos a duras penas, por primera vez. Por eso de sus continuaciones, la mejor es la segunda, “Aliens, el regreso” de James Cameron. Aunque en ésta predomina claramente la acción en vez de el terror. Es buena también, pero Cameron se preocupa más de los efectos especiales y sonoros que del argumento en sí. Demasiados tiros y demasiadas muertes. En cuanto a la tercera y a la cuarta…sin comentarios. En “Alien”, ya podemos ver detalles de la tenebrosa visión de cyberpunk que el director haría realidad con Blade Runner (1982). No es la típica película del espacio, ya que Riddle forma un mundo lúgubre, tétrico, lluvioso, es el llamado “mundo de los camioneros”. Estamos en el futuro, pero realmente nada llama la atención para ser el futuro, a parte de la nave; por ejemplo que el vestuario de los actores se podría decir que es el mismo que el de hoy en día, o mejor dicho de la época actual de entonces, 1979.

    Los actores están estupendos, aunque a mi juicio, el más natural y gracioso, es el afro-americano Yaphet Kotto, quien hizo anteriormente de villano en una de 007, la primera del chisposo Roger Moore como James Bond, “Vive y deja morir” (1973) con la genial canción de Paul McCartney, “Live and let die”. Hablando de música, la banda sonora del compositor Jerry Goldsmith, es impresionante, como siempre. Los movimientos de cámara, para presentar al espectador como es la nave por dentro, perfectos. Y en cuanto al alien creado por el artista suizo Hans Ruedi Giger, es increíble. El monstruo reúne en sí mismo al ser vivo y la máquina, lo orgánico y lo inorgánico. Por sus venas no circula sangre, sino ácidos corrosivos. Se trata de uno de los monstruos más inquietantes de la historia del cine. Ya lo dice el androide Ash en la película:-“Os enfrentáis a algo que no podéis derrotar, su perfección estructural sólo es igualada por su hostilidad”.Una exhibición de terror psíquico.*Gracias al papel de la valiente superviviente Ripley, que planta cara vestida sugerentemente con una camiseta de tirantes y unas bragas, la Weaver se convirtió de la noche a la mañana en una estrella del cine.
*No es de extrañar que se llevase el Óscar a los mejores efectos visuales especiales. Faltó el de mejor dirección artística, pero no pudo ser.











No hay comentarios:

Publicar un comentario