jueves, 23 de septiembre de 2010

18.-DERSÚ UZALA

DIRIGIDA POR: Akira Kurosawa
INTÉRPRETES: Yuri Solomin, Maksim Munzuk
AÑO: 1974/DURACIÓN: 137’/GÉNERO: Aventuras, drama

                     


    Esta espectacular obra épica fue filmada en la Unión Soviética durante un período en el que el gran director japonés Akira Kurosawa había caído sorprendentemente en desgracia en su país natal, Japón. Pero el éxito internacional de “Dersú Uzala” y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa ayudaron a restaurar la reputación del director, pero su subestimada propuesta sirvió, también como recordatorio de que fue él el director de “Los siete samuráis” (1955).

    Esta vasta película, dominada por impresionantes paisajes vacíos, es también una pieza íntima de dos personajes construida con pequeños gestos y una sencilla evocación del profundo amor entre los aparentes opuestos.

    Nos situamos en la Siberia de principios del siglo XX. El capitán de una expedición cartográfica, Vladimir Arseniev (Yuri Solomin) se encuentra una noche con un anciano campesino de piernas arqueadas que vive en los bosques; se llama Dersú Uzala. Hace mucho que murió toda su familia, y desde que vive en los bosques o, en “la taiga” como él la llama, ha perdido la cuenta de los años que tiene. Sólo sabe que ha vivido muchos inviernos, que es la época del año más dura en “la taiga”. Dersú cae bien desde el primer momento al oficial Arseniev y éste le propone si quiere hacer de guía de la expedición para ellos. Él asiente con la cabeza, y a partir de ahí, crecerá una profunda amistad entre ambos. Los subordinados del oficial, consideran a Dersú un personaje cómico, pero es evidente que su sabiduría natural lo ha preparado mucho mejor para sobrevivir en aquel paisaje duro e impredecible. Todos se quedan anonadados con él. Nunca habían conocido a un personaje así.

    Cinco años después de la expedición, el oficial regresa a Siberia para terminar el trabajo y se alegra enormemente de encontrarse otra vez con Dersú, pero descubre que la salud del pobre anciano empieza a flaquear: Dersú está perdiendo facultades como la vista, y eso en la taiga, es un grave problema, porque no puede cazar, y si no caza, ¿qué va a comer?, ¿de qué va a vivir? Y para colmo, según él todos los tigres de la región andan acechándolo para vengar la muerte de uno de ellos que había matado. Esto es muy típico de “El libro de la selva”, pero lo cierto es que Dersú tiene razón y está terriblemente preocupado. Ahora se ha vuelto demasiado quisquilloso y paranoico, pero para eso está su amigo “el capitán”, como le llama él, quien le propone que vaya a su casa con él de vuelta. Dersú acaba aceptando. El cartógrafo es una persona bondadosa, con buenas intenciones y con una familia encantadora, su mujer y su hijo. Pero a pesar de que al anciano le ayudó a sobrevivir en Siberia, Vladimir no puede devolverle el favor incluyéndolo en la sociedad. Dersú no está acostumbrado a la vida en la ciudad. Le parece todo demasiado fácil y aburrido. Allí no puede cazar, que es su principal afición, no puede dormir en una cama, lo hace en el suelo, en fin, Dersú está muy triste desde que ha vuelto a la civilización, su amigo se da cuenta, pero no sabe qué hacer al respecto. Hasta que Dersú le pide que le deje volver a la taiga. Pero Archeniev no quiere que vuelva allí porque algo le dice que no volverá a verlo nunca más. Ha perdido sus facultades ópticas y ahora es una persona muy vulnerable para sobrevivir allí, ya que es demasiado mayor, por eso está preocupado por él, pero al final acaba cediendo y le deja irse, porque sabe que en la ciudad Dersú no puede ser feliz.

    Creo que a Dersú le pasa lo mismo que a cualquier convicto que haya estado demasiado tiempo a la sombra. Le sacan de la cárcel después de 30 ó 40 años… ¿Y ahora qué? ¿Podrá reinsertarse en la sociedad?...Dersú es un hombre solitario que lleva muchos años caminando sólo por la taiga, cazando y viviendo sus propias aventuras…luego es casi imposible que se pueda adaptar a la sociedad y obedecer sus normas, y más siendo ya un anciano.

    Una escena memorable, es la de los dos protagonistas que se pierden y cuando empieza a oscurecer, se desata una amenazadora tormenta y los héroes, en mitad de la nada, a temperaturas extremadamente gélidas con un terrible viento huracanado, utiliza teodolito y hierbas para levantar un refugio en medio del yermo. Aquí es cuando Dersú le salva la vida a su amigo el capitán Archeniev. Y éste a la mañana siguiente, se lo agradece infinitamente diciéndole que está en deuda con él. Otra buena escena, es la de la puntería de Dersú. Uno de los subordinados del capitán, le pregunta al anciano si al disparar con el rifle, puede darle a la botella desde una distancia bastante considerable. Y éste le dice que no, que no le dará a la botella porque en la taiga se conservan muy pocas botellas, que le dará a la cuerda que la sujeta. Todos los subordinados se mofan de él porque no se lo creen.”-¡Ja, ja, ja…si le das a la cuerda te daré dos botellas de vodka!” Bien, pues Dersú dispara, y de un solo disparo le da a la cuerda y la rompe. Todos bien calladitos…flipan con él.

    Hermosa película de Kurosawa, que en paz descanse; no sólo toca temas como el valor de la amistad, sino que a través de un sinfín de pequeños detalles, trata sobre la vulnerabilidad y la resistencia de un hombre en la vastedad de la creación. Aquí nos damos cuenta, de lo vulnerable que puede llegar a ser a un hombre ante la cruda y dura naturaleza. De un profundo sentido épico, y con una habilidad inusual para explotar la plasticidad de las imágenes, Kurosawa se ha ganado justamente un lugar de preferencia entre los mejores directores de la historia del cine.

            




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