jueves, 23 de septiembre de 2010

5.-EL GRADUADO (THE GRADUATE)

DIRIGIDA POR: Mike Nichols
INTÉRPRETES: Dustin Hoffman, Anne Bancroft, Katharine Ross
AÑO: 1967/DURACIÓN: 105’/GÉNERO: Drama

                           

    “-Señora Robinson… ¿está usted intentando seducirme?”

    Por improbable que parezca hoy, tengo entendido que “El graduado” escandalizó a muchos espectadores por su atrevimiento cuando se estrenó en 1967, un año en que la aireada revolución sexual todavía luchaba por imponerse. Nunca se había tomado como protagonistas a un trío romántico tan improbable: un graduado con demasiado tiempo libre, una ama de casa alcohólica que está decidida a tirárselo, y su hija, la típica chica buena ignorante de que su principal rival sexual es su depredadora madre.

    El equipo creativo que había detrás de “El graduado” era tan fresco como su tema y estilo.

    Benjamin Bradock (Dustin Hoffman), acaba de salir del cascarón. Al graduarse decide corregir este desequilibrio y en su rebelde búsqueda desafía los ideales y la moral de la generación de sus padres. Por irónico que resulte, es seducido por la resplandeciente señora Robinson (Anne Bancroft), esposa del mejor amigo de su padre. De esa unión saltarán chispas, pero su relación sufre un giro inesperado cuando, con gran disgusto de la señora Robinson, Ben se enamora de la hija de ésta, Elaine Robinson (Katherine Ross).

    Con esta película, Dustin Hoffman dio comienzo a su carrera a lo grande. Fue nominado al Oscar por su increíble actuación, al igual que sus compañeras de reparto, Anne Bancroft, que sólo tenía seis años más que Dustin en la vida real y la guapísima Katherine Ross, que dos años más tarde, la veríamos a dos bandas con Paul Newman y Robert Redford en “Dos hombres y un destino”, de George Roy Hill. Pero ninguno de los tres se llevó el Oscar, ni la excelente fotografía ni el ingenioso guión. Sólo el director fue el único triunfador, Mike Nichols, que venía de haber impresionado con su anterior y única película, la adaptación literaria a la gran pantalla de la famosa obra de Edward Albee, “¿Quién teme a Virginia Woolf?” (1966). Forma parte de la leyenda de la película, que Nichols aconsejara a Hoffman encarnar el papel sin actuar; la torpeza natural del comportamiento de Ben es fundamental para el atractivo emocional del filme. Pero también hay otra leyenda que dice que durante todo el rodaje, la relación de Mike y Dustin fue bastante difícil. Al parecer el director creó a propósito un clima de tensión entre ellos, convencido de que le convenía al personaje central de la película. Pero Hoffman no pensaba lo mismo, de hecho estaba convencido de que sus relaciones eran malas porque el realizador estaba arrepentido de haberle confiado el papel. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, porque la inseguridad y la presión que sintió el joven actor durante todo el trabajo, sí tuvo una buena traducción en el resultado del largometraje. El productor Lawrence Turman, también estaba preocupado con Dustin, ya que contaba ya con casi 30 años de edad, sólo seis menos que Anne Bancroft, pero se quedó más tranquilo al verle en unas cuantas pruebas en las que, desde luego, sí que aparentaba tener muchos años menos que la mujer que le iba a seducir. Por cierto un jovencísimo Richard Dreyfuss, hace de extra como huésped de la pensión en la que se aloja Ben, que se da cuenta de que la vida fuera de casa de papá y mamá es más dura de lo que pensaba.

    Una de las mejores películas de la década. Imprescindible verla.

                  




No hay comentarios:

Publicar un comentario