viernes, 24 de septiembre de 2010

51.-WALL STREET

DIRIGIDA POR: Oliver Stone
INTÉRPRETES: Charlie Sheen, Michael Douglas, Martin Sheen, Daryl Hannah, James Spader, Sean Young, John McGinley
AÑO: 1987/DURACIÓN: 125’/GÉNERO: Drama, suspense

                            

    “-La codicia…no sólo salvará Teldar Paper, sino también esa otra empresa de funcionamiento deficiente llamada Estados Unidos. La codicia…es buena.”

    Wall Street: el capitalismo más descarnado cobra su verdadero valor en esta película, dirigida por Oliver Stone que venía de rodar en la jungla (“Platoon”), para meterse en otra jungla de otro tipo, urbana: “Wall Street”, el centro financiero más importante del mundo, la calle más seductora y peligrosa de América, donde los brokers se lanzan los teléfonos, teclean furiosamente y dan órdenes a gritos, la lista de cotizaciones pasa zumbando por los monitores y los papeles vuelan por el aire; el caos y los gritos recuerdan a un campo de batalla. Cuando aumenta las transacciones y están a punto de fijarse las cotizaciones de cierre, los compulsivos y exaltados jóvenes, se ponen fuera de sí, contagiados por el pandemónium de la codicia, lo único que les hace subir la adrenalina.

    1985. Charlie Sheen, interpreta a Bud Fox, un joven que de momento ya ha conseguido hacer realidad el sueño de muchos: es un agente de bolsa de Wall Street; pero en el fondo no es más que un empleado corriente que infla diariamente el valor de las inversiones posiblemente lucrativas de sus clientes por teléfono. Por eso Bud, quiere algo más, quiere llegar a la cima y para ello, gracias a su persistencia en sus intentos de contactar con el magnate de las finanzas, Gordon Gekko (Michael Douglas), consigue hablar con él cara a cara. Gekko es un mago de las finanzas, con un genio innato para hacer dinero. Mueve diariamente miles de millones de dólares, consagrado en su inquebrantable teoría de que la codicia es lo que construyó Estados Unidos y lo que hace funcionar la economía. Y para un humilde corredor de bolsa como Bud, acceder a alguien de la talla de Gekko no es tarea fácil. Pero el joven Fox, está dispuesto a hacer lo que sea para llegar a lo más alto. Así que Gordon le pone a prueba y le introduce en el ilegal mundo del espionaje industrial y la información privilegiada. El chico logra pasar dicha “prueba” con éxito y se encuentra inmerso en un mundo de lujo y poder.

    Su vida empieza a tomar vuelo. Su colaboración con Gekko le permite acceder a círculos de prestigio y no tarda en tener tanto un apartamento como una novia de lujo, que se puede decir, que va de parte del señor Gekko porque es su amante, claro que eso Bud lo ignora, igual que la mujer del empresario, Kate Gekko (Sean Young). La chica de Bud, es decoradora, se llama Darien Taylor (Daryl Hannah). Pero Bud Fox también tiene algo que un hombre de su posición no se puede permitir: escrúpulos. Empieza a dudar de su conducta cuando Gekko le manda conseguir más información privilegiada ilegalmente y espiar a un miembro de la competencia. El jefe del sindicato de una pequeña línea aérea, Carl Fox (Martin Sheen), es el padre del chico, (en la vida real también), y tras una reunión con Gekko, le advierte a su hijo que le está utilizando y que “a un hombre se le mide por su moral y su ética, no por el tamaño de su cartera”, pero Bud no le hace caso, hasta que comprueba de primera mano, cómo afectan las intrigas de Gekko al otro extremo de la escala social, así que cambia de bando y consagra sus habilidades y los conocimientos adquiridos a hacerle frente a su antiguo jefe. Y le ganará una batalla, le hará perder millones a Gordon, pero éste le devolverá la bola con fuego, porque con Gekko no se juega, y su pupilo deberá pagar un precio muy alto. “Nunca muerdas a la mano que te da de comer.”

    ¡El delirio del dólar! Lameculos y puñaladas por la espalda en la desesperada lucha por llegar a la cima. Un jardín del Edén en el que se pueden comer los frutos de la corrupción, los productos y la codicia desenfrenada. ¡Qué vida la del broker! Tienen una filosofía muy particular: a penas duermen, porque según Gekko,”-el dinero no duerme”, a penas comen, porque según él, “¿comer? La comida para los débiles” y en cuanto a las mujeres, en el mundo del lagarto financiero, no son más que objetos que se tiran como las acciones a la baja. Por eso, aunque Darien esté compinchada con Gekko, ella no es más que un juguete, un regalo para Bud, y otra marioneta más (como Bud) que mueve el codicioso multimillonario. Y por eso cuando ella ve que el joven broker se va a poner en contra de Gordon, ella no le apoyará porque Gekko es el que le ha dado todo lo que tiene y sabe que si lucha contra él (laboralmente hablando), no tiene nada que hacer, saldrá mal parado ya que Gekko es quien mueve los hilos. Bud no le hace caso y le deja.

    Ésta es una película muy histérica, pero muy realista sobre como funciona el mundo en Wall Street, y eso el director lo sabía muy bien antes de empezar a rodar ya que su padre era un agente de bolsa, por eso uno de los personajes, lleva el nombre de su padre, Louis, que murió justo antes del rodaje. Como ya he dicho anteriormente, este film, no se aleja demasiado de sus predecesores: “Salvador” (1984), gran película con un James Woods magnífico y “Platoon” (1986), que también está protagonizada por Charlie Sheen, rodeado de unos secundarios de lujo que, con una fotografía, una iluminación, un sonido y una dirección impactante, dio lugar a una obra maestra del cine bélico. “Wall Street” también se puede considerar bélica, aunque vista desde la situación privilegiada de una torre de mando. Puso de moda la palabra “tiburón” y las camisas azules lisas o a rayas con las solapas blancas (que ahora vuelven a estar de moda) y los tirantes. Con un montaje rápido y una cámara extraordinariamente ágil, el espectador es sumergido en la frenética vida de un corredor de bolsa.

    Papelón de Michael Douglas que ganó merecidamente un Óscar al mejor actor, (el único que se llevó la película) y de Charlie Sheen, que está todavía mejor que en “Platoon”. No se por qué su carrera se estancó como la de su hermano Emilio Estévez, pero todo indica que fue por su caída en la adicción a las drogas y su implicación en un escándalo con una prostituta que fue muy divulgado. Me gustó en “Velocidad terminal” (1994), con Nastassja Kinski de actriz principal, pero nada comparado con ésta. Respecto a su padre, Martin Sheen, fue el mismo Charlie quien lo eligió pues en un principio, la figura de Carl Fox, iba a ser encarnada por Jack Lemmon (que paz descanse), pero Stone fue generoso y le cedió al protagonista de este largometraje, el derecho a decidir la participación de su padre en la película. Tenía dos opciones, Jack o Martin. Evidentemente escogió a su padre biológico con el que se compenetra tan bien en el film. En cuanto a James Spader (Roger Barnes), el abogado que el muestra a Bud “la otra cara de la moneda” de Gekko, está en su línea y Marvin (John McGinley), que también venía de trabajar en “Platoon”, está bien en el papel de compañero graciosete de Bud:”-¡Vamos Bud…! Podría haber sido peor… ¿podría haberme tocado a mí? Ja, ja, ja, ja” Y en cuanto a Daryl Hannah y Sean Young, son totalmente eclipsadas por Charlie Sheen y Michael Douglas. Bud aprende mucho de lo que dice Gekko.”-Prueba el Steak Tartar. Toma, cómprate un traje, éste es el teléfono de mi sastre y corta la verborrea de vendedor, canta mucho.” Pero Bud también tiene ambición cuando habla con Darien en la playa:

Darien:-Estar aquí es casi lo mejor del mundo…
Bud:-Casi…
Darien:-¿Qué tal tu conferencia con Gordon?
Bud:-Bastante bien, llegamos a un acuerdo y decidimos repartirnos el mundo
Darien:-Tienen “pocas aspiraciones”, así me gustan los hombres
Bud:-¿Y tú qué quieres?
Darien:-¿qué quiero…? Un Turner, un brillante perfecto, la paz mundial, lo mejor de lo mejor…
Bud:-¿Por qué te paras ahí?

    En fin, creo que es bueno tener ambición, pero siempre hasta cierto límite, pues ya se acaba dando cuenta el mismo Fox de que todo en exceso es malo.

Bud:-Gordon creí que ibas a poner en pie la aerolínea, no a hundirla. Te has aprovechado de mí.
Gekko:-Eres un ciego que anda por el mundo si bastón. Un tonto y su dinero nunca están mucho tiempo juntos.
Bud:-¿Por qué tenías que hundir esa compañía?
Gekko:-¡Porque es hundible! ¿Te enteras?
Bud:-Si esos hombres pierden su empleo no tienen a donde ir. ¡Mi padre lleva trabajando allí 24 años! ¡Le dí mi palabra!
Gekko:-Lo que importa es el dinero, el resto es conversación. Anda Buddie, cuando llegue el momento serás un hombre muy rico, con la pasta que vas a ganar, tu padre no necesitará trabajar ni un día de su vida.
Bud:-Dime Gordon, ¿dónde termina todo? ¿Detrás de cuántos yates podrás hacer esquí acuático? ¿Cuándo tendrás suficiente?
Gekko:-No es cuestión de tener suficiente. Esto es un juego: alguien pierde y alguien gana. El dinero ni se gana ni se pierde, sencillamente pasa de una mano a otra, como por arte de magia. Ese cuadro de ahí, lo compré hace diez años por 60.000 dólares, hoy en día vale 600.000. La ilusión se ha vuelto realidad y cuanto más real se vuelve, con más desesperación de desea. Je, je, capitalismo absoluto.

    Ay amigos…el poder de dinero….

               

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