domingo, 26 de septiembre de 2010

86.-BOOGIE NIGHTS

DIRIGIDA POR: Paul Thomas Anderson
INTÉRPRETES: Mark Wahlberg, Burt Reynolds, Julianne Moore, Don Cheadle, Phillip Seymour Hoffman, William M. Macy, John C. Reilly
AÑO: 1997/DURACIÓN: 152’/GÉNERO: Cine independiente, erótica

                            

    Fascinante película sobre la industria de la pornografía a finales de los setenta y principios de los ochenta. Mark Wahlberg interpreta a un adolescente del sur de California que gracias a lo “bien dotado” que está (su prodigioso atributo se ve explícitamente al final de la película, parece la pantera rosa), alcanza el estrellato como el icono porno Dirk Diggler. Burt Reynolds, interpreta al prestigioso director de cine X que descubre el “talento” del chico, ya que es testigo de que tras haber acabado una toma (en el cine porno de entonces normalmente significaba acabar un orgasmo), el chaval es capaz de repetir la “toma” las veces que haga falta. Vamos, que es todo un portento físico. Reynolds, no sólo es un famoso cineasta, sino que es el patriarca de una excéntrica “familia” de películas de sexo que incluyen a Julianne Moore, William M. Macy, Phillip Seymour Hoffman, John C. Reilly y unos cuantos más, que pronto se darían a conocer por otras películas.”Happiness”, “Hannibal”, “Gangs of New York”…etc…

    Anderson, realiza un gran trabajo con este arriesgado proyecto, que toca un tema tabú, como el sexo fácil en Hollywood. Pero a pesar de ser debutante, sale airoso del asunto ya que recrea brillantemente una época de pantalones ajustados y acampanados, discotecas y desgraciados excesos sexuales y farmacológicos, y nos escandaliza y sorprende con una visión del mundo del porno satírica y a la vez compasiva. El joven director, sitúa su película en el momento en que la pornografía en celuloide estaba en decadencia porque empezaba a ceder terreno a los formatos de vídeo más nuevos y más baratos. Cuando aparece el vídeo, el sistema de estrellas porno y las fantasías cinemáticas que inspiraba fueron brutalmente sustituídas por una estética que destacaba la ordinariez de los cuerpos en la pantalla. Una anticipación, quizá, de lo que nos preparaba la televisión estadounidense en los noventa.

    Nominada al Óscar al mejor guión, actor de reparto (Burt Reynolds) y actriz de reparto (Julianna Moore), finalmente no se llevó ninguno, pero los Óscar al fin y al cabo no son más que un aliciente que decora la película para recordarla. Pero tras haber fracasado en dicha ceremonia, sigue siendo una gran película, con un gran reparto y un grandísimo director que años más tarde sería el responsable de “Pozos de ambición” con un Daniel Day-Lewis insuperable. Casi nada.

                




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