sábado, 25 de septiembre de 2010

68.-TERMINATOR 2

DIRIGIDA POR: James Cameron
INTÉRPRETES: Arnold Schwarzenegger, Linda Hamilton, Edward Furlong, Robert Patrick
AÑO: 1991/DURACIÓN: 137’/GÉNERO: Acción

                            


    -“¡Dijiste que no dispararías a nadie!”
    -“Vivirá”

    El film más caro de la historia del cine (88 millones de dólares), hasta que llegó “Titanic” (1997), también del mismo director, James Cameron. Es uno de los mejores largometrajes de acción que se han hecho. De hecho la Academia se lo reconoció al entregarle cuatro Oscars técnicos: mejores efectos de sonido, “   “ visuales, mejor maquillaje y “ sonido. Ninguna película de este género ha ganado tantos premios (a parte de los citados Oscars). Pero francamente, nunca antes se habían visto unos efectos sonoros de ese calibre (nunca mejor dicho) y unos efectos visuales y especiales de tal magnitud. Esta película fue el boom de la época, la pionera de los efectos especiales avanzados. La vemos hoy, y nos siguen sorprendiendo, no tanto como antes, evidentemente, pero sí podría pasar como un film estrenado recientemente. “Matrix” (1999), fue la que se ocupó de coger el relevo.

    Hoy en día, nadie podría imaginarse un “Terminator” que no estuviera encarnado por Arnold Schwarzenegger, un actor que fue madurando con el tiempo y película a película hasta conseguir que sus personajes llevasen además de su cuerpo, su cara y su voz. Con “Terminator 2”, no se sabe si Schwarzenegger tiene cara de robot o los robots han copiado la de Schwarzenegger. Pero lo que está fuera de toda duda, es que goza del reconocimiento popular, por parte de un público muy agradecido. Se decía que a la hora de cobrar, más de una vez cobraba un avión particular, en vez de dinero. ¡Qué cachondo el tío! Así podía ir al set de rodaje en su humilde jet privado. Lujos a parte, el chuache es el chuache, y por mucho que ahora una vez metido en la política, se haya ganado tantas enemistades por su ideología, no es que fuera un gran actor, pero sí fue en su día la mejor estrella de acción. Este papel le va como anillo al dedo: un tipo duro, de pocas palabras, que encima es una máquina en el sentido literal de la palabra. Es su mejor interpretación.

    ¿El argumento? Aquí el Cyborg T-800 de Arnie es el chico bueno, enviado por el líder rebelde del futuro John Connor (el personaje de Michael Biehn en la primera película) para proteger a su joven yo (Edward Furlong) y su madre Sarah (Linda Hamilton), para que puedan liderar la lucha contra las máquinas que conquistaría la Tierra. De ahí que el T-800 llegue para protegerlos de lo que realmente impresiona es esta entrega: una nueva clase de Terminator, el T-1000 (Robert Patrick) que, gracias a los alucinantes efectos especiales, está construido con metal líquido y puede metamorfosearse adoptando cualquier forma, ya sea el aspecto de otro ser humano o adquirido la forma de un charco en la carrera para acabar con Sarah y John.

    Lo dicho, en la primera parte, vimos a un Terminator (con un peinado ridículo por cierto) muy ochenteno. Es prácticamente una película una película de serie B, rodada con muy poco presupuesto. Aquí no, aquí se han lanzado a la piscina, “han tirado la casa por la ventana”. En esta secuela todo es más grande y mejor, desde la fuerza psíquica y física de Hamilton hasta las múltiples explosiones, la implacable dirección y las veloces escenas de acción. Un placer espectacular. Una de las poquísimas excepciones de que las segundas partes son mejores que las primeras. Para los tipos más duros.

    -“Volveré…”

                

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