domingo, 26 de septiembre de 2010

101.-AMERICAN GANGSTER

DIRIGIDA POR: Riddle Scott
INTÉRPRETES: Russell Crowe, Denzel Washington, Josh Brolin, Jon Polito, Cuba Gooding Jr., Ruby Dee
AÑO: 2007/DURACIÓN: 157’/GÉNERO: Cine de gángsteres, thriller dramático

                         

    Llámela la “Scarface negra”, o “El Padrino de Harlem” o “New Jack City con ganadores de Oscars”, o simplemente “una película endiabladamente excitante”. El hecho es que “American Gangster”, basada en hechos reales, es una historia apasionante, que está muy bien narrada, con fluidez, absorbente e innegablemente entretenida, haciéndose corta su larga duración.

    Nueva York, 1968. Frank Lucas (Denzel Washington), es el discreto y silencioso chófer recadero de uno de los más carismáticos jefes mafiosos negros de Harlem. Pero cuando éste muere inesperadamente, Frank decide aprovechar el “puesto” que ha quedado libre en la estructura de poder para construir su propio imperio y hacer realidad su versión del sueño americano. Gracias a su ingenio y a una estricta ética de los negocios, se hace con el control del tráfico de drogas en el corazón de la ciudad, inundando las calles con un producto de mayor calidad y mucho más barato. Lucas es más listo que todos los demás grupos mafiosos, y no sólo acaba convirtiéndose en uno de los mayores narcotraficantes de la ciudad, sino también en una de sus superestrellas cívicas.

    Por otro lado, Richie Roberts (Russell Crowe), es un policía marginado que conoce bien las calles y nota que el poder del hampa está cambiando de manos. Cree que una persona ajena a los clanes conocidos trepa por la escalera del poder. Y está en lo cierto. Tanto Richie Roberts como Frank Lucas comparten un estricto código ético que les aparta del resto de sus coetáneos, transformándolos en dos figuras solitarias en lados opuestos de la ley. Al cruzarse sus destinos, no tarda en estallar una confrontación de la que sólo uno saldrá ganando. Hay que tener en cuenta, que Richie es un policía totalmente insobornable, tipo “Serpico”, y eso crea muchas enemistades entre los suyos. Porque eran unos años en los que la corrupción estaba a la orden del día, y uno de los más corruptos es Truppo (Josh Brolin), quien acaba robándole a Frank una importante cantidad de dinero, pero tampoco se saldrá con la suya…aquí no se salva nadie, excepto Richie, que es el bueno de la peli claro está.

    Con un magnífico guión y una buena banda sonora, los actores se mueven por el plató como peces en el agua. La obra de Scott es un vehículo de lucimiento para Russell Crowe, ganador del Oscar al mejor actor por “Gladiator” (2000) y para Denzel Washington, ganador del Oscar al mejor actor por “Training Day” (2001). Estos dos pedazos de actores están excelentes. Es algo así como un duelo de titanes, un “cara a cara” como Pacino y de Niro en “Heat” (1995) de Michael Mann. Y Josh Brolin como secundario, que tanto me recuerda a Kurt Russell en “Conexión Tequila” (1988) solo que con bigote, también está muy bien. Aunque está todavía mejor en “No es país para viejos” (2007), de los hermanos Coen. Riddle Scott es uno de los directores más innovadores e interesantes de su generación. Lo que pasa es que después de filmar obras maravillosas, empezó a dar tropiezos inexplicables. Y así ha seguido la carrera de este cineasta británico, entre películas perfectas y cintas verdaderamente…menores, dejémoslo ahí. No obstante, se trata de uno de los realizadores más taquilleros del cine actual.

    Tuvo dos nominaciones al Oscar, a la mejor dirección artística y a la mejor actriz de reparto, (Ruby Dee). Lo único malo es que a pesar de ser una deslumbrante épica criminal basada en hechos reales, con buenos personajes, grandes actores, genial fondo musical y una ambientación excelente, nos damos cuenta de que el género de mafiosos permanece igual que antes, es decir no hay nada innovador, porque no nos cuenta ninguna novedad, quizás que el malo (Frank Lucas) en este caso, no acaba asesinado sino encarcelado. Pero… ¿Por qué siempre el bueno acaba saliéndose con la suya y cumpliendo su objetivo?... ¿Por qué el malo no acaba huyendo y dando esquinazo a todo el que le persigue? ¿Por qué no sería nada ético? De acuerdo. Pero es que aquí se nota que Scott da más importancia a la figura del villano; lo ama demasiado, y lo convierte en un personaje que seduce más que repele. Y hubiese estado bien, por lo menos sería algo sorprendente para todos, que el malo se saliese con la suya, tipo Hopkins en “El silencio de los corderos” (1991), de Jonathan Demme o “Hannibal” (2001) del mismo director, Riddle Scott curiosamente, o Bardem sin ir más lejos en la citada “No es país para viejos”. Pero en fin, la historia está basada en hechos reales, y debió ser así. La mejor parte e idea del film, cuando Frank Lucas se va a Vietnam y compra toda la mercancía allí, tirada de precio, para luego mandarla a EEUU en los aviones que transportan a todos los cadáveres de la guerra. Os podéis imaginar donde va escondida la droga….Francamente… ¿Quién abriría un ataúd, que no sea Richie? Lo malo es cuando las tropas se retiran porque la guerra está llegando a su fin…ahí es cuando Frank se enfada un poquito, porque sino hay guerra, no hay negocio, y sin no hay negocio, no hay dinero, y el dinero….”amigo mío”…el dinero manda.

               





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