64.-CYRANO DE BERGERAC

DIRIGIDA POR: Jean-Paul Rappeneau

INTÉRPRETES: Gérard Depardieu, Jacques Weber, Vincent Pérez

AÑO: 1990/DURACIÓN: 135’/GÉNERO: Drama de época, romántica

                            

    Cyrano (Gérard Depardieu), es un poeta espadachín que expresa su amor por la bella Roxane (Jacques Weber) por boca de Christian (Vincent Pérez), el apuesto soldado a quien ama, pero éste carece de la labia de Cyrano y es enormemente torpe y tímido a la hora de hablar con las mujeres. Nuestro protagonista es jactancioso y fanfarrón, de genio vivo pero a la vez ingenioso e irónico, noble y orgulloso, sobresaliente con la espada y brillantemente locuaz, Cyrano a su vez esconde una herida secreta que le atormenta una y otra vez. Su agudo sentido del ridículo, el no considerarse bien parecido, y su impredecible susceptibilidad le han negado su sueño de sentirse amado por la más deslumbrante y delicada de las mujeres: Roxane. Ya que su amada, quiere a otro, ayudará a su rival escribiendo unas apasionadas cartas de amor. Y esa será su más dura batalla, la más cruel que jamás haya luchado, sacrificio consciente y engaño sublime el ser correspondido su amor a través de otro, ofreciendo a quien ella cree desear.

    Sin lugar a dudas, es una de las mejores películas del cine francés que he visto a día de hoy. Cuenta con uno de los presupuestos más altos de la historia del cine francés y una ambientación muy cuidada, en la que se utilizaron alrededor de 2000 trajes y vestidos diferentes. No hay más que ver el magnífico guión que tiene, lo bien elaborado que está, se pasan toda la película hablando con rimas. Gérard Depardieu, que aceptó encantado el papel, está soberbio, demuestra lo que vale, deleitándonos con su impresionante actuación; tiene fama de impulsivo, pero por encima de ello, de buen actor. Ha desarrollado una carrera internacional en la que ha sabido combinar los trabajos serios de autor con el cine más comercial, desarrollando en todos una labor eficaz y brillante. Por este film, fue nominado al Óscar al Mejor Actor y debió habérselo llevado, como también a la Mejor Película Extranjera. Al final sólo se llevó una estatuilla de cinco nominaciones, el Mejor Vestuario. Pero bueno, la ceremonia de los Óscar, digamos que es algo así como la “traca final” de la entrega de galardones, pero no menos importante son todas las anteriores entregas de premios en multitud de festivales como Cannes, San Sebastián, Sitges…etc…los Oscar sólo son los más prestigiosos y los que la gente recuerda, eso es todo. La crítica coincidió en clasificarla como la mejor versión cinematográfica que se había hecho hasta la fecha. Fuera de Francia, la carrera comercial de esta película también fue muy positiva, sobre todo en países como en España, donde el largometraje contó con un doblaje extraordinario.

    Casi todos los exteriores se rodaron en decorados naturales, (como hizo quince años atrás Kubrick con “Barry Lindon”), por lo que el equipo viajó a Budapest y a algunas localidades francesas como Fontainebleau, Dijon, Le Mans…etc…

    Por lo que a mí respecta, “Cyrano de Bergerac” es una teatral película maravillosa, en la que toca temas importantes como el sinsentido de la guerra, el amor, la timidez, la fealdad, el miedo al rechazo…pero lo que realmente quiere darnos a entender el director de esta gran obra, como ya lo hizo anteriormente David Lynch con “El hombre elefante” (1980), es que el amor tiene muchos rostros, y es muy fácil amar, pero no tanto demostrarlo, porque la belleza no tiene por qué ser superficial, ya que muchas veces, está en el interior, como es el caso del valiente e ingenioso espadachín, Cyrano.